Escondida hay una pequeña herida que aun no sana, que todavía duele, coloqué toda barrera posible para no sufrir, para no sentir y sin embargo no lo conseguí, quizá deba reconocer que los sentimientos ganaron la partida...si así fué..así había sido hasta hace unos días.
Un día amaneció, salí a caminar, hice lo de siempre, pero como nunca, anocheció y una casualidad cayó del espacio, y hasta eso..no creo creer en las famosas coincidencias.
Hoy puedo decir que la brevedad de un nuevo encuentro logró dibujarme una sonrisa, una pequeña 'coincidencia' cual bandita cubre la herida. No soy quien para asegurar que esto trascienda, mucho menos para negarlo rotundamente, solo sé que fué un momento muy agradable, algo que surge como amistad, que parece ser encuentro benigno, sin complejos ni pretensiones a futuro -no aún-. No sé si eso influya tanto...pero la herida que ya es pasado empieza a cerrar...no sé que suceda ahora...probablemente ganaré un nuevo gran amigo y pierda otro, probablemente la vida me tenga reservado lo que tanto tiempo ha permanecido en caja fuerte, tal vez no es más que gente linda apareciendo en mi camino, con eso me doy por bien servida. Ha sido un placer conocerte y en solo un cruce de palabras, pareciera que te conociera tres vidas atrás, apenas recuerdo tu nombre y me agradará sinceramente contar con tu amistad. Vida, te agradezco, porque nunca te equivocas.
