domingo, 4 de diciembre de 2011

La Última Carta


Tristezas inciertas eran,
de pronto anestesia fueron
heriditas sanando son…
un daño abismal sería
 el cañón del sumidero
la falla de lo que pudo ser
el abismo entre lo que tu querías hacer
y lo que yo quería querer..
descuida, tu paso por mi vida 
no fue la peor de las experiencias
 ha sido en efecto una grieta profunda 
pero enseñanzas más grandes me ha dado la vida
de mejores cosas he aprendido.

Debo admitirlo
jamás hubo destreza más mustia que la tuya
jamás hubo desaire desalmado como el tuyo
pero hoy puedo sonreír libremente...
nunca pudiste si quiera notar mi sinceridad
no es esto un reclamo, es una simple verdad
nunca supe decir basta ya,
y ese quizá pudo ser mi error...

Confieso también que te ví,
entre los árboles caminabas a mi lado
pensé como ilusa profesional 
que podría importarte 
creí tontamente que
 detrás de tu actitud incierta 
podría existir algo bueno
mientras mi solido corazón 
sufría una breve oquedad
y yo ni cuenta me dí...

Callé mil veces el desencanto
para evitar murmullos y líos 
guardé en mi boca mis pensares
para no romper con esa paz 
que siempre he mantenido...
hice y dije mucho pero,
no lo que realmente merecías
y aún así
tal parece que las cosas 
sucedieron al revés
traté de ser sensata
y terminé pareciendo ingrata
traté de evitar mis palabras
y tan solo me convertiste 
en la figura publica 
de una mujer desalmada, arrogante 
o simplemente desconsiderada
ante ojos ajenos me convertiste,
nunca lo fuí…

Nadie imagina 
las veces que pasé por alto tu desdén
lo mucho que insistías para no se qué…
lo poco que pasó o lo mucho que ocurrió
se quedará simplemente entre tu y yo
nunca reconocerás tus errores lo sé
porque casi siempre en un barón
está ante todo la disimulada egolatría
 ven en la mujer un simple galardón
es el juego de cada día…

La neblina emocional
se esfuma de mi mirada
para perderse en el espacio
ahora veo con claridad

 He derrumbado 
el lugar en el que te instalaste
he logrado entender 
que tan solo jugaste

Y con una sonrisa en mi cara,
un par de palabras 
y un gato a mi lado te digo...
¡Muchas gracias!
porque después de todo
 había todo
en donde había nada
porque a pesar del desorden que dejaste
 las pocas veces que te colaste en mi alma
me arrancaste muchas muchas alegrías
porque reconozco y sé
que en el fondo eres bueno
ya llegará alguien que sepa sacarlo a relucir
porque con tu falta de tacto 
y mi escaso sentido de defensa
me hiciste ver lo mucho que valgo
así, sin que tu lo quisieras
me hiciste descubrir lo fuerte que soy
así, sin que tu lo notaras
por si alguna duda rondara en tu mente
jamás fuí una piedra insensible
pues todo ser humano siente y estremece
simplemente fué 
la moderación de las emociones
tratando de evitar
 posibles malas decisiones
Insisto gracias 
porque ahora con más certidumbre
reconozco el brillo de mi ser…
y si he de ser una piedra, 
se trata entonces  de una piedra preciosa
se trata de mí.

¡Hasta Siempre!
:)






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